Mujer, Madre y esposa, Hija, profesora y alumna. Cuán caótica puede ser la vida junto al ser que traje al mundo, mi pequeña hija Mayleen Victoria.
12 de febrero de 2014
Cómo empecé la búsqueda de Educación Alternativa
En Octubre del año pasado se abrió la guardería para trabajadores en la "Prestigiosa Institución Educativa" en donde me desempeño como maestra. Me cambié de casa, me emocioné porque era gratis, iba a estar cerca y con mi hija.. en fin todo era felicidad... pero no estaba mas lejos de la realidad.
Mi hija fue asignada en grupo de niños en donde además de ser la mayor y la más grande, era la más tranquila y cooperadora. eran VEINTIDOS niños en donde el menor era de 1 año ocho meses, y la mayor era mi hija de 2 años y medio. Tenían una profesora titular y una auxiliar. El espacio era un aula pequeña, no tenían un lugar para dormir. En el baño tenía amontonados uno encima de otro los coches y triciclos que nos pidieron en la lista de útiles. Mi hija perdió todo ritmo. No tenía horario de almuerzo fijo, ni hacía la siesta. Según la coordinadora, quien ya estaba harta de todas mis críticas y quejas, me dijo que a esa edad ya no tenía que dormir en la tarde. ....
Mi hija y otras dos niñas pasaban en una esquina sin ninguna atención porque los otros 19 niños se la pasaban llorando desesperadamente, y obviamente las maestras tenia que ponerle mas atención a ellos. Los dos primeros días me entregaron a mi hija echa pipi... y me dijeron que le preguntaron si queria ir al baño, y como dijo que no, nunca la llevaron.
Aguanté todo esto tres semanas, hasta que un día mi esposo, que era quien la dejaba, porque yo entro a trabajar a las 7 y 20, se fue a Guayaquil, me tocó a mi. Por primera vez vi, que mi hija no quería estar ahí, pasó de ser la más tranquila, y de pedirme que le lleve a los juegos de mi guardería, a ser la inadaptada que no quiere entrar a clases y llora por todo... Claro, los niños a los que prestaron atención los 15 primeros dias ya estaban "adaptados" mientras la niña que dejaron de lado ahora daba problemas.
No quiso entrar, lloró en la puerta que no le dejé ahí. Casi me pongo a llorar con ella. Nunca la había visto tan insegura. No dejaba que nadie se le acerque. Vino la auxiliar, que es quien normalmente me entregaba a mi hija a la hora de la salida y me dijo, que lleva asi unos tres días, que no ha querido entrar a la clase de música, y que les ha pegado cuando intentaron darle de comer el día de ayer....... Casi me muero, primero la ignoraban por atender a los más pequeños y ahora se quejaban que no come, y no quiere estar sentada en la clase de música..!! me enfurecí....
Luego, llego la maestra titular atrasada, de la mano de una niña pequeña, con mucho cariño la puso en el columpio, y luego saludos de beso y abrazo con la mamá de un niño, y lo puso en el columpio junto a la niña. Ya eran las siete y media, yo tenía que correr a mi clase, la miré con cara de ayudame, vino y de una manera brusca y seca le dijo a mi hija. "ya Mayleen, tu mamá tiene que ir a trabajar, las niñas grandes no lloran"... Tenía que ir a mi aula, mis 22 niños de tercero de básica me esperaban. Tuve que dejarla con esa "parvularia", y me fui a llorar en el baño de impotencia.
Le escribí a mi esposo para preguntarle si siempre es asi.. y me dijo que si. Que la maestra siempre llega atrasada, y que cree que la niña pequeña es hija de la profe, y el niño es hijo de una amiga, porque solo con ellos es cariñosa... actúa como madre. Con el resto es fría y grosera.
Lloré y lloré en la tarde, le pedí perdón a mi hija, pase el fin de semana sola con ella, buscando que hacer, hablando con la profe de la antigua guardería, para que la reciba nuevamente. Leí y leí, encontré muy buenos artículos como el del video de La Educación Prohibida , con el cual llore más, al ver que a pesar de tener vocación y amar lo que hago, no era suficiente. No solo le estaba fallando a mi hija, sino también a mis pupilos....
Luego encontré varias metodologías alternativas como la Pestalozzi, la Montessori y la Waldorf.
Ahora estoy estudiando antroposofía, desaprendiendo todo lo que aprendí en la universidad, y volviendo a aprender. Y buscando una opción alternativa a la escolarización clásica.
Ahhh y aprendí a valorar el amor y el cariño de la Profe Tere de la guardería Los Delfines en Quito, quién le tiene enamorada a mi hija desde que tiene un año y medio. Hasta el momento no me ha pedido nada de lista de útiles, porque ésta en contra de la escolarización temprana. A quién mi hija quiere y admira. Dueña del centro Infantil de donde retiré a mi hija, por la ilusión de tenerla cerca en mi trabajo y no pagar nada. Durante tres semanas me ahorre 150 dólares pero le causé un enorme dolor a mi hija, del cual me arrepiento muchisisimo, y voy a enmendarlo incursionando más en las opciones alternativas que hay para ella.
Luego seguiré comentando sobre mis experiecias...
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que pena, es muy duro dejar a una pequeña tan chiquita, pero que bueno que pudiste ver los problemas a tiempo
ResponderEliminarespero que ya estes más tranquila con tu pequeña
Si Violeta. Ya estámos tranquilas. pero ahora andamos viendo la posibilidad de hacer homeschooling o educacion en casa.
ResponderEliminarAndo muy decepcionada de la educacion tradicional.